La CxM Zafra no es solo una carrera; es el resultado de años de constancia y ganas de hacer algo diferente.
Nació en un momento en el que las carreras por montaña apenas eran conocidas por la zona, especialmente en la provincia de Badajoz.
Apostar por un formato así fue un reto, pero también una forma de abrir camino y aportar algo nuevo al calendario deportivo extremeño.
Desde el principio, esta prueba ha querido ir más allá de lo puramente competitivo.
El objetivo siempre ha sido el mismo: acercar el deporte y la naturaleza a más personas, generar movimiento en la ciudad, dinamizar la economía local y ofrecer una experiencia que una lo deportivo con lo cultural y lo local a través de lo que más nos gusta.
La CxM Zafra nació gracias a la motivación y el esfuerzo conjunto de Jesús Merino y Sergio Cortés.
Jesús, con años de experiencia como corredor de montaña y muchas pruebas a sus espaldas, tenía clara la idea: organizar una carrera que uniera deporte y entorno.
Sergio, también corredor y buen conocedor del terreno, aportó el empuje organizativo para que esa idea se hiciera realidad.
Entre los dos formaron un equipo con visión, ganas y conocimiento del entorno, y gracias a eso, hoy la CxM Zafra sigue creciendo edición tras edición.
Junto a ellos, el compromiso de José Antonio Ramírez fue fundamental, ya que desde su centro deportivo y junto con la ayuda de otras muchas personas, contribuyó decisivamente a la creación de esta prueba desde cero.
Y es que, desde el principio, Ramírez Health Club fue la pieza clave para que la CxM Zafra saliera adelante.
Apostó por el proyecto cuando aún era solo una idea, y ofreció su apoyo logístico y, sobre todo, su confianza.
Su implicación dio el empujón que necesitábamos en esos primeros pasos y ayudó a que el evento empezara a ganarse un sitio dentro de la comunidad deportiva regional.
Una de esas personas que hacen posible que la CxM Zafra siga creciendo cada año.
Corredor incansable, con un gran palmarés a sus espaldas, que siempre ha estado ahí desde las primeras ediciones, aportando su experiencia y apoyo sin condiciones es Raúl Rodríguez.
Aunque no siempre se le vea, su trabajo detrás de cada detalle es enorme. Siempre suma, organiza, ayuda… y cuando puede, también compite, dejando el nombre de Zafra en lo más alto.
Sin él, la carrera sería otra.
Y quienes estamos dentro lo sabemos bien.
El corazón de la CxM Zafra no solo late por quienes corren.
Late, sobre todo, gracias a quienes la hacen posible desde fuera del recorrido.
Patrocinadores, colaboradores e instituciones que desde el principio han creído en el proyecto y lo han apoyado con medios, trabajo y, sobre todo, confianza.
Especialmente en las últimas ediciones, su implicación ha sido total: apoyando económicamente, colaborando en todo lo posible y ayudando a dar visibilidad compartiendo y difundiendo.
Y junto a ellos, voluntarios, vecin@s, personal sanitario, cuerpos de seguridad y propietari@s de las fincas privadas por las que transcurre la prueba, que lo dan todo para que cada detalle esté donde debe.
Desde la organización trabajamos sin parar, pero sin su apoyo incondicional, esto no saldría adelante.
Así de claro.
Gracias por hacerlo posible.
A partir de su octava edición, la CxM Zafra dio un paso importante.
La unión entre el CD CxM Castellar y el CD Entresierras supuso un punto de inflexión que marcó un antes y un después.
Gracias a esta colaboración, la organización ganó estructura, recursos y experiencia.
Todo eso se ha notado: más profesionalización, más manos, más capacidad… y también más ilusión por seguir haciendo las cosas bien.
Lo que empezó como una idea valiente hoy es una carrera consolidada, que sigue creciendo gracias al trabajo de muchos y al apoyo continuo de patrocinadores, voluntarios, instituciones y de toda la gente que confía en el proyecto año tras año.
Miramos al futuro con ganas de seguir mejorando, manteniendo lo esencial: el cariño por el entorno, el espíritu de comunidad y las ganas de compartir lo que más nos gusta.
Gracias por formar parte de todo esto.